Según el estudio realizado, es cierto que el daño que provoca el alcoholismo al sistema nervioso, en especial el cerebro, es potenciado con el consumo del tabaco. Partamos del hecho en que el consumo del alcohol produce daños irreparables en el sistema nervioso central y periférico, provocando temblores, pérdida del control, falta de coordinación y problemas de memoria.
Ahora el tabaquismo, además de ser una de las principales causas del cáncer de pulmón, problemas al corazón y al sistema vascular, según resultados de estudios afirman que fumar aumenta el daño cerebral ya producido por el alcoholismo. Al combinar los efectos del alcohol y el tabaco, mayor aún sera el daño provocado.
No cabe duda que los jóvenes somos los principales afectados por el consumo del alcohol y el tabaco. La mayoría no sabe a que tipo de enemigo mortal se esta enfrentando. Al consumir estos productos, el joven simula que esta bien mental y físicamente, busca ayuda en el alcohol y el tabaco para desahogarse de problemas entre otros factores.
Se busca o plantea generar que el individuo sea responsable en cuanto a la manera en que ingiere alcohol y fomenta al tabaquismo, pues como ya se sabe todos estamos expuestos a la enfermedad y a decaer. No somos cuerpos gloriosos, pero tampoco queremos deteriorarlo, consideremos que no todo lo que pinta bueno nos hace bien.
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